One Shot 2: El trabajo de Biologia

Hola chicas! pues bueno, aqui tengo mi One Shot numero 2.

Esta dedicado a una persona super especial para mi, que me ha apollado con la novela y con todo! me ha dado su opinion, y es una persona increible con la que me encanta hablar y que siempre me saca una sonrisa!

Gracias por todo, Sonia :DDD

Bueno, espero que todas esteis bien y que las que hayais recibido las notas hayan sido muy buenas! :) si no,

perdonad jaja pero es que adoro ese gif y tenia la necesidad de usarlo ^^

Bueno, este One Shot es de Niall y me ha costado bastante encajarlo todo asi que espero de verdad que os guste mucho.

Aqui os dejo este gif de Niall que me parecio simplemente uuunf :)

Os quiero un monton

One Shot numero 2: El trabajo de Biologia

-Elisa Smith y Peter Spellman, Sonia Martín y Niall Horan, John Stone y…-resoplé frustrada. Genial, el trabajo de biología que valdría un sesenta por ciento de la nota final me tocaría hacerlo con el imbécil de Niall. Idiota… Se creía superior a los demás. Creía que porque su padre fuera rico podía tener lo que quisiera y a quien quisiera. Lo cierto es que era verdad… Una gran parte del instituto lo adoraba, yo no. Era desagradable, malintencionado y maleducado conmigo. Siempre lo había sido. Supongo que le disgustaba que yo fuese la única persona de este instituto que no fuese detrás de él como un perrito faldero. Dirigí la mirada al niño rico que me guiñó el ojo, sabiendo que aquel gesto crisparía mis nervios. Yo le hice una mueca de asco en respuesta.

Estaba guardando las cosas en mi taquilla, con mis amigas. Mientras charlábamos y reíamos alguien se apoyó sobre esta suspirando. Dirigí mi vista al elemento perturbador y allí estaba el.

-Hola Niall.- saludó Lizzie, haciendo que la fulminase con la mirada. Si, mis amigas eran parte del porcentaje que lo adoraba, era algo con lo que debía vivir.

-Hola- contestó el con una sonrisa que las dejó sin habla e intentándose controlar para no hiperventilar.

-Bueno, me voy a casa- dije despidiéndome de ellas e ignorando completamente a Niall. Mientras caminaba hacia la salida noté como me seguían.

-¿Qué quieres Horan?- pregunté con un tono despectivo.

-Que nos separen para el trabajo de Biología.- contestó.

-¿Crees que yo quiero estar contigo?- pregunté incrédula.- Pero el señor Johnson ya dijo que no haría cambios de ningún tipo.- Niall rió.

-Eres muy simple… demasiado Martín.

-No me llames así, mejor, directamente no me llames.- contesté con sequedad dándome la vuelta para ir a la otra puerta, lejos de él.

-Precisamente por eso quiero que nos separen.-dijo cortándome el paso- No quiero jugarme el sesenta por ciento de mi nota contigo.- me miró de arriba abajo.

-Genial, perfecto para los dos, pero te recuerdo, una vez más, que no nos dejan separarnos- dije con extremada lentitud burlándome de su capacidad de entendimiento.

-Pero tengo un plan.-solté una carcajada.

-Oh, un plan.- me burlé.

-¿Quieres que nos separen o no?- asentí dándome por vencida.- Vale, cuando hizo los grupos apuntó las parejas en el cuaderno que guarda en el cajón de la mesa. Esta tarde nos quedamos aquí, cambiamos los nombres y listo.

-Se dará cuenta. Además, todos saben cuales son sus parejas.

-Vamos, ni siquiera se sabe nuestros nombres. Y lo de las nuevas parejas también lo he resuelto…- ¿Cómo no lo había pensado? Era Niall Horan, cualquier persona mataría por hacerle un favor…

-No, tengo mejores cosas que hacer esta tarde, gracias.- contesté volviéndome a dar la vuelta.

-Bueno, entonces te veo el sábado en mi casa para hacer el trabajo…-dijo dándose la vuelta.

-Vale, vale. – resoplé. Él sonrió, acostumbrado a conseguir todo aquello que quisiera.

Caminábamos sigilosamente por los pasillos del instituto. No había nadie pero si los encargados de mantenimiento, que aun estaban fregando los pasillos y haciendo las rondas habituales. Llegamos a la clase de biología y cerramos la puerta detrás de nosotros.

-Vale, yo miro en el cajón y tú vigilas.- dijo rebuscando por el cajón.

-¡Para, para!- susurré mirando por la ventanilla - escóndete, viene el de mantenimiento.

Ambos corrimos detrás de la mesa y nos agachamos conteniendo la respiración. Si por algún casual nos descubría estaríamos en un buen lío. Bueno, Niall siempre podría sobornarlo…

Nos miramos. Estabamos más cerca de lo que esperaba. Noté por primera vez que tenía unos preciosos ojos azules… Mi corazón estaba acelerado, pero no tenía muy claro si era por los nervios o la cercanía a Niall… ¿Qué? No, claro que no, era por los nervios.  Aparté la mirada.

-Ya viene…-susurró. Ambos vimos como el hombre se acercaba a la ventanilla y miraba de reojo el interior de la clase. Al no ver nada extraño se apartó. Suspiramos aliviados pero noté como mi visión se nublaba al escuchar una llave en la cerradura de la puerta y ver al encargado marcharse silbando. Nos quedamos unos segundos en silencio, intentando asimilar lo sucedido. Niall se levantó repentinamente, llegando hasta la puerta y agitando el manillar inútilmente.

-¡Joder! ¡¿A quien se le ocurre cerrar una clase?! ¡¿Qué clase de persona iba a robar en un instituto?!- dijo.

-Mierda… Mierda, mierda, mierda, mierda…¡Mierda!- grité- ¡Todo esto es culpa tuya Niall! Oh, tengo un plan. ¿Este es tu magnifico plan? ¡Como se te ha ocurrido! ¿Qué vamos a hacer ahora, eh? ¡¿Qué?! ¡Cuando mañana venga el señor Johnson por la mañana para preparar la clase que crees que dirá al ver a dos adolescentes aquí!- chillé al borde de un ataque de nervios.

-¡Nadie te ha obligado a venir, Sonia!- contestó.

-¡Pero tu me has convencido!-contesté.

-¿Por qué me odias tanto?- preguntó, su tono más suave repentinamente. Resoplé.

-¿Por qué te importa que una persona en este instituto no te adore?

-No me importa que... la gente… no me adore. Pero quiero saber por que.

-Te crees superior a todos los demás. Simplemente eso. Crees que puedes tener todo lo que quieras. Que puedes tener a todas las chicas a tus pies, que los chicos se matan por ser tus amigos, que tu padre te lo va a comprar todo…

-¿Y acaso no es así?- preguntó con una sonrisa estúpida acercándose a mi y cogiendome por la cintura.

-Mira, ¿Sabes que? Ignórame.-le aparté de un empujón y me senté en la otra punta de la clase. Estaba encerrada en una clase con Niall Horan, desde las siete y media que eran hasta las nueve del día siguiente. Nuestros móviles en las taquillas y el colegio vacío. Muchas chicas matarían por estar en mi lugar, yo en cambio lo mataría a el.

Pasó aproximadamente media hora, ambos en silencio, mirándonos de vez en cuando con discreción.

-No soy como piensas…- dijo interrumpiendo mis pensamientos, acercándose a mi.

-¿A no?- negó con la cabeza.- Y aquella vez que me gastaste la broma de la nata en los zapatos, o la vez que dijiste que…

-Bueno, eso no es lo que intento decir.- le miré expectante poniéndome en pie y cruzando los brazos sobre el pecho. De repente, sus ojos se posaron sobre mi escote, bajando después por el resto de mi cuerpo. Se relamió con discreción. Pensé con rapidez. Si iba a tener que estar con el hasta mañana, ¿Qué mejor para matar el tiempo que divertirme un rato?

-¿A no?- dije con un tono mucho mas suave.- ¿Y que intentas decir, Niall?

-Que me pone muy nervioso que seas desagradable conmigo sin motivos y bueno… supongo que…-Sus palabras se cortaron al ver que me acercaba a el con una sonrisa. Seguí caminando hasta arrinconarle contra la pared.

-¿Supones que…?-susurré en su oído, notando después su escalofrío y sonriendo para mi.

-Supongo que no se que hacer para llamar tu at…- su voz se cortó al notar como mi cuerpo se pegaba al suyo y comenzaba a jugar con el cuello de su camisa.- Mierda- dijo mientras con un ágil e inesperado movimiento nos dio la vuelta para ahora ser yo quien estaba contra la pared. Me miró a los ojos.

-Tienes unos ojos preciosos…-dijo en un susurró apenas audible. Me costó un gran esfuerzo no sonrojarme y seguir con mi plan.

-¿Tu crees?- dije agarrado su camisa y apretando su cuerpo contra en mío mas de lo que ya lo estaban. Asintió despacio. Me acerqué con cuidado a el, mirando sus labios y después a sus ojos, me acerqué mas y justo cuando nuestros labios se iban a rozar susurré- Gracias.- apartándome de su lado y riendo. De repente me cogió de la muñeca y tiró con brusquedad de mí para volver a estar en la misma posición de antes. Deje de reír y miré sus preciosos ojos azules. Apoyó sus manos a ambos lados de mi cabeza acercándose lentamente hasta posar sus labios sobre los míos y apartarse después, escrutando mi reacción.

Estaba paralizada. No podría moverme, ni hablar. Aquello habría sido hace un par de días lo más asqueroso del mundo. No me malinterpretéis, el es extremadamente atractivo, pero era Niall Horan. Pero en aquel momento no había sentido asco, si no chispas, una corriente eléctrica. Sin poderme controlar agarré su rostro y estampé nuestros labios que comenzaron a moverse en sincronización. No fue un simple roce de labios, como la vez anterior. Fue pasional, lleno de deseo, agresivo, un beso que estaba haciendo que me temblaran las rodillas. Niall empezó a trazar besos por mi mandíbula, bajando hasta mi cuello y besándome con fuerza en mi punto débil. Me mordí el labio. Se paró sus labios de mi cuello y me miró para después volver a besarme. Nos miramos a los ojos y nos volvimos a besar con deseo. Posó sus manos sobre mi trasero, haciendo que me costara no gemir y me levantó de un salto, enrollé mis piernas en su torso sin romper el beso. Caminó sin dificultad hasta la mesa del señor Johnson, sentándome en ella. Me separé de el y le quité la camisa.

-Estas…-carraspeó- ¿Estas segura? –asentí. Sonrió de una forma que me hizo desearle aun más. Volvimos a juntar nuestros labios.

Estábamos tumbados en el suelo. Solo se oía nuestra fuerte respiración.

-Joder…- dije de repente. ¡Acababa de acostarme con Niall Horan! ¿Pero que había hecho? Comencé a buscar mi ropa tirada por el suelo bajo la atenta mirada de Niall.

-¿Estas bien?-preguntó.

-No- contesté con sequedad. Recogiendo unos vaqueros del suelo. Eran de Niall. Los volví a tirar

-¿Qué te pasa?- preguntó.

-¿Qué que me pasa? ¿En serio? ¡Acabo de acostarme contigo Niall, por si no te has dado cuenta!

-¿Y que?

-¡Que esto no podía pasar! Yo no soy una de esas estúpidas chicas que usas y tiras. Soy mejor que eso. O por lo menos es lo que creía…- una lágrima se escapó de mis ojos. ¿Cómo había dejado que esto llegara tan lejos? Se levantó y se acercó a mí. Parecía ser que era cierto, lo que Niall quería, lo tenía. No entendia por que lo que en realidad mas me molestaba, era que me fuese a usar y tirar...- Pensaba que yo era distinta… que sabía la clase de persona que eras… Bueno, ya puedes ir presumiendo de que puedes tener a la chica que quieras, sin excepción.

-Eso no es cierto. No puedo tener a la chica que quiero.- le miré extrañada- No te tengo a ti.- Mis pies se pararon al escuchar sus palabras y deje de recoger ropa para mirarlo desconcertada. Sonrió con tristeza.

-Pero si acabamos de…-dije. Rió.

-Si, pero mientras que para ti ha sido todo un error para mi ha sido el mejor momento de mi vida.- empalidecí.

-¿Qué? ¿Y por que eres tan desagradable conmigo, y todo lo del trabajo?- rió.

-Por que tú lo eras conmigo. Esas son las únicas excusas que tenía para acercarme a ti. Me gustas, demasiado, Sonia.- En aquel momento me di cuenta de que el a mi también me gustaba. Probablemente ya lo supiera pero intentaba engañarme a mi misma.- Dame… Una oportunidad para demostrártelo.- Me acerqué a el y le besé con suavidad en los labios, viendo, al separarme, la sonrisa mas adorable que había visto en mi vida.

El pomo de la puerta empezó a moverse y al otro lado estaba el hombre de mantenimiento mirandonos con enfado. Miré al chico rubio, que no había dejado de sonreir. Me agarro con fuerza de la cintura y beso mi mejilla.

En aquel momento no sentí miedo, si no alegría y alivio. Me sentí protegida. ¿Qué nos podía hacer? Nada, al fin y al cabo estaba con Niall Horan.